“No va a pasar nada; eso es para la Revista Caras”. Hasta último momento, hasta que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, pidiera disculpas a los argentinos por haber violado la cuarentena obligatoria en la Quinta de Olivos, con el cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yáñez, sus colaboradores intentaron minimizar la filtración de la polémica foto que reveló aquel incumplimiento y que, en definitiva, desató una ola de cuestionamientos institucionales, políticos y judiciales. De un hecho propio de la farándula pasó a ser una cuestión de Estado. A tal punto que el politólogo Sergio Berensztein se animó a decir que este hecho puede ser el más escandaloso de los últimos años en la estructura de poder. “No sé si va a haber consenso para avanzar o no en el juicio político al Presidente (que promueven los diputados de Juntos por el Cambio). Las consecuencias políticas de esto pueden ser muy significativas a pesar que el juicio político no avance”, indicó el consultor.
“El 14 de julio, día del cumpleaños de mi querida Fabiola, Fabiola convocó a una reunión con sus amigo y a un brindis que no debió haberse hecho. Definitivamente me doy cuenta que no debió haberse hecho y que lamento que haya ocurrido”, afirmó ayer el presidente de la Nación, durante un acto en el partido de Olavarría en el que anunció la ampliación del Régimen de Zonas Frías. “Mirado en retrospectiva, debí haber tenido más cuidados que evidentemente no los tuve. Lamento lo que ocurrió, no va a volver a ocurrir”, se excusó al iniciar su discurso.
Fernández sintió el impacto de la incineración pública, de distintos sectores que le reclamaron por el incumplimiento cuando muchos no pudieron, siquiera, despedir a sus familiares, a causa de la pandemia de la Covid-19. “Alguna vez llegó un pedido para ver quiénes ingresaban a Olivos y nosotros hicimos público ese pedido y no ocultamos nada. Gracias a Dios, nada debo ocultar de mi vida personal, absolutamente nada”, indicó el jefe de Estado.
Oportunidad perdida
En una charla telefónica con LA GACETA, Berensztein dijo que el Presidente perdió ayer una enorme oportunidad de decirle la verdad a la sociedad, asumir responsabilidades y someterse a una investigación judicial. “Responsabilizar a Fabiola lo único que hace es incrementar el escándalo por los connotaciones machistas que esa actitud acarrea y porque no hay forma de sostener que él o alguien de su equipo conocían que iba a haber una fiesta y, si no hubiera sido así, debieron suspenderla en el acto, inmediatamente”.
El analista consideró que resulta irrelevante decir si convocó a la celebración la primera dama o un allegado porque esto ocurrió en el domicilio que la Constitución le asigna al Presidente. “Creo que esto tiene muchas ramificaciones. El escándalo, lejos de apaciguarse, puede incrementarse, ya que falta información de la Casa Militar sobre más visitas y, obviamente, hay sospechas de otros eventos y pueden aparecer más fotos y/o videos. En un contexto electoral, todo esto puede perforar la base de apoyo que tiene el Frente de Todos”, acotó.
Además del ruido social, el escándalo ha causado una erosión en la sociedad política del oficialismo y que golpea a la administración de Alberto Fernández. “Hay un proceso interno que también está conspirando contra la confiabilidad de esta gestión. Ese proceso interno está animado por un diagnóstico que me da la impresión ya ha hecho Cristina Fernández de Kirchner y es difícil que lo cambie, que Alberto es parte del problema, que tenemos que resolver antes de 2023 porque este tipo nos está hundiendo”, expresó el sociólogo Marcos Novaro, en declaraciones a Radio Mitre. “El problema es que el gobierno insiste en mentir. La chantada de haber estado incumpliendo sus propias medidas, viene después la ola de las mentiras, el presidente dijo que eso no había pasado, que esas reuniones no existieron”, acotó.
Independientemente de los problemas judiciales que al Gobierno le acarreará el incumplimiento de las mismas normas que dictó, el consultor y analista político Aníbal Urios, señaló a LA GACETA que este tipo de escándalos aleja del oficialismo al votante que lo respaldó en 2019. “Naturalmente que este tipo de cuestiones crispan a la sociedad, pero por lo que puede apreciarse en los sondeos, si la campaña se basa en eso, será cotillón”, opinó el director de DC Consultores.
Más allá de la evolución de este hecho, Urios apuntó que la discusión electoral, que se observa más en la clase media, “pasa por la economía, sobre cómo volverá a recuperar el poder adquisitivo y que harán para mejorar la situación, más que la evolución de la Covid-19 o los escándalos”.
Puntos claves
El fiscal federal Ramiro González pidió ayer al jefe de la Casa Militar el listado de ingresos y egresos de personal funcional y de carácter privado a la Quinta de Olivos el 14 de julio de 2020 cuando el país estaba en cuarentena.
Según una foto que se filtró, ese día ingresaron Sofía Pacchi, Emmanuel López, Fernando Consagra, Rocío y Florencia Fernández, Santiago Basavilbaso, Stefania Domínguez, Federico Abraham y Carolina Marafioti.
Todos ellos, asesores y amigos de Fabiola Yañez, participaron del cumpleaños de la primera dama, según los registros de ingresos a la Quinta de Olivos. En el Gobierno sospechan que el peluquero habría filtrado la polémica foto.
Días atrás, el fiscal había pedido a Casa Militar datos sobre los ingresos a Olivos de la actriz Florencia Peña, quien reconoció haber ido para hablar por la difícil situación laboral que afrontaban los actores en pandemia.
También de Sofía Pacchi y su novio, el contratista y empresario Chien Chia Hong; el asesor de Yáñez, Emmanuel López y su pareja Fernando Consagra, con ingreso el 2 de abril de 2020, el día en que el Presidente cumplió años.
La información no fue entregada hasta ahora por la Casa Militar. Por eso, el fiscal le dio cinco días improrrogables para enviar los datos. La investigación apunta a determinar si se violó el DNU que disponía las medidas de aislamiento.